Al Parque Nacional de Brownsberg se llega partiendo de la capital, por una pista asfaltada durante 40 km y a continuación por camino sin asfaltar. Para llegar al campamento, constituido únicamente por cabañas, hay una subida de una hora en coche hacia la montaña y en ese trayecto no es difícil ver monos, puerco espines, distintas clases de aves, iguanas, etc. Las cabañas hay que reservarlas previamente en la capital y las comodidades son básicas: camas, inodoros, duchas y cocina, además de que solo existe suministro eléctrico de 6 de la tarde a 6 de la mañana. Es aconsejable llevar repelente de mosquitos y sábanas. Existe la posibilidad de dormir en hamaca, pero debe llevarla usted mismo. Quien lo ha vivido habla de una experiencia única, no mucha gente puede disfrutar de una noche en el bosque oyendo aullar a los monos y envuelto por el sonido de la naturaleza. Dentro del Parque Nacional existen varios rutas a realizar para ver la cataratas: Leo Val, Irene Val, Kumba Val y Mazaroni Val. Pero son rutas con dificultades, por lo que es conveniente ponerse un poco en forma antes o tomárselo con calma. Desde el mismo campamento se puede disfrutar las vistas sobre el lago Brokopondo.